Los Rivera creían comer “bien”: arroz, pollo, algo de ensalada. Hasta que Valentina –la hija adolescente– empezó a sentirse extenuada tras sus clases de baile, y el pequeño Mateo mostraba resfriados frecuentes. Un nutricionista les explicó que el suelo empobrecido y la comida procesada dejan huecos invisibles en la dieta.
El diagnóstico familiar
Hierro bajo en Valentina → fatiga
Vitamina C justa en Mateo → defensas débiles
Papá trabaja de noche; el estrés vacía su complejo B
>Mamá es vegetariana reciente y lucha por cubrir B12.
EL PLAN INTEGRAL
1. Plato arcoíris:
½ frutas-verduras, ¼ proteína, ¼ carbohidrato integral.
2. Movimiento:
30 min caminata familiar diaria.
3. Gestión del estrés:
Respiración 4-7-8 antes de dormir.
4. RECORDERIS® cada mañana
para cerrar brechas y añadir un plus de ginseng que toda la familia nota.
Valentina salta más alto, Mateo defiende su castillo inmune, y papá llega al amanecer sin sensación de “pilas descargadas”.
Por qué eligen RECORDERIS®
Registro sanitario y GMP: confianza.
Sin azúcares ni colorantes artificiales: seguro para niños y adultos.
Dosis equilibradas: hasta 100% VRN, evitando excesos.
Epílogo
Al mes, los Rivera cambian la frase “estoy cansado” por “¿adónde vamos hoy?”. La suplementación no reemplaza su nueva dieta variada; la potencia. Esa es la magia de un buen aliado nutricional: transformar días rutinarios en capítulos llenos de energía.